Imagen de Terapia Luminica

TERAPIA LUMINICA

Máscara led

La terapia LED facial es una nueva tecnología que emplea la fototerapia con el fin de regenerar el tejido de la piel a través de ondas conductoras de energía. Estas promueven la producción de colágeno y logran estimular los músculos faciales de manera segura. Su objetivo es reparar daños, y aportar firmeza. Sus aplicaciones son múltiples: desde el rejuvenecimiento para combatir arrugas, hasta tratamientos para el acné. Por lo que según cada necesidad, este aparato trabajará de forma indolora y no invasiva para mejorar el aspecto general del rostro, en mujeres y hombres.

¿Cómo funciona?

Esta tecnología, que fue desarrollada por la NASA hace años para tratar las heridas de los astronautas, hoy gana protagonismo en el mundo de la estética, gracias a su capacidad de regenerar la piel a través de la producción de colágeno. Trabaja con una máscara, que utiliza diodos emisores de luz (LED). De la misma forma en que las plantas utilizan la luz del sol, la piel utiliza la luz LED para producir bloques de regeneración celular. La luz infrarroja atérmica es absorbida por las células, que la transforman inmediatamente en energía, para realizar funciones biológicas. Así, se genera una vasodilatación que estimula la generación de elastina y colágeno, una sustancia proteica que drena, desintoxica y aumenta la circulación del sistema linfático para depurar. En paralelo, disminuye la producción de la colagenasa, una enzima proteolítica responsable de acentuar el envejecimiento de la piel a través de la degradación del colágeno. Se utiliza una lámpara, que emite haces de luz de diferentes colores, los cuales varían de acuerdo al objetivo deseado.

¿Para qué sirve?

En términos generales, contribuye a la re-generación y reparación de la piel. Sin embargo, cada color de luz cumple una función específica.

Luz roja:

rejuvenecimiento. Estimula la producción de colágeno y elastina, por lo que se utiliza para reparar tejidos dañados y disminuir las arrugas o líneas de expresión; también es muy eficaz para las ojeras. Aporta hidratación.

Luz azul:

Es la más indicada para quienes sufren de acné. Tiene la capacidad de eliminar las bacterias que lo causan, ya que se adentra en los poros, ayudando a cerrarlos, disminuyendo la inflamación y logrando un efecto reparador.

Luz verde:

Es ideal para corregir manchas en la piel que aparecen por la edad, exposición prolongada al sol, o maquillajes. Además, ayuda en el proceso regenerativo de la piel.

Luz amarilla:

Disminuye el enrojecimiento (cuperosis) y la irritación cutánea, al estimular el sistema linfático.

Luz celeste:

genera un efecto relajante y energizante, además de funcionar como un calmante para la dermis sensible.

Luz violeta:

Cicatrizante. Apoya el cierre de heridas y reduce la reproducción del acné.

Luz blanca:

Genera una distensión de las líneas de expresión y ayuda a regenerar el tejido.

¿Cuánto dura cada sesión, y cuántas se necesitan?

Cada una dura entre 10 y 20 minutos. La frecuencia dependerá de cada caso, pero generalmente se precisan entre 3 y 5 sesiones al mes.

Beneficios:

Este tratamiento solo puede ser llevado a cabo por un médico especializado. En Viesaine, nuestra profesional a cargo es la Dra. Graciela Morales, quien sabrá asesorarte en una consulta personalizada.

¿Qué esperás para darte la atención que merecés?